Mientras el mundo se consume en el debate sobre la última jugada de un partido que ya es considerado clásico y se ceba en el “error’’ del coach de Indiana, Frank Vogel, al Heat de Miami le queda bien claro que la Final de la Conferencia Este podría tomar un rumbo más complicado cuando este viernes ambos equipos vuelvan a verse las caras en la Arena American Airlines.
Si bien es cierto que la acción casi irreal de LeBron James le aseguró el primer triunfo en la serie de playoff, los de Indiana consideran con cierta razón que el choque se les escapó de las manos y que cuentan con las herramientas suficientes para viajar a su casa con un empate. Basten unos simples datos para validar esa creencia: los Pacers ganaron la batalla por los rebotes (43-38), dispararon mejor desde el perímetro (28 a 27 por ciento) y terminaron con la misma cantidad de pérdidas de balones que el Heat (20-20).
“Estamos en presencia de dos grandes equipos que combaten golpe a golpe’’, apreció Vogel. “A pesar de la derrota nuestros espíritus están bien en alto. Sabemos que podemos jugar con este equipo de básquetbol’’.
Vogel intenta pasar página y de no escuchar el aluvión de críticas acerca de su decisión de sacar a Roy Hibbert de la alineación para las últimas dos acciones del choque. Paul George, el hombre dejado atrás por James en su camino hacia el aro decisivo, afirma que nada de lo ocurrido afectará su actuación en el segundo juego y los Pacers, en general, han cerrado filas para enfrentar el siguiente reto.
Por su parte, el técnico Erik Spoelstra reconoce que el Heat debe ser más cuidadoso y poner más atención al manejo de la pelota. Como si fuera poco, hubo poca o nula respuesta al ataque de los hombres altos de Indiana, Hibbert y Dave West. Sin duda, los visitantes tratarán de presionar dentro de la zona interior, donde Udonis Haslem y Chris Bosh se han visto en apuros.
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